Lecciones de la vida: una historia real detrás del anuncio de la lotería de Navidad

Publicado el 6 de diciembre de 2014 a las 20:30


Loteria_de_NavidadA estas alturas todos habréis visto tanto el anuncio del sorteo de Navidad de este año como las innumerables parodias que han ido surgiendo a su estela durante las últimas semanas: la de Pablo Iglesias y Rajoy, la de Zubizarreta, la del ruso y todas aquellas (como esta o esta) que dicen ofrecer una «versión realista» de lo que sucedería en un escenario como el que el anuncio original dibuja. La amargura que destilan estas últimas me obliga a escribir estas líneas, porque frente al escepticismo generalizado lo cierto es que una situación como la presentada no es tan anómala como muchos parecen pensar:

Hace ya tres décadas el hermano de mi abuelo regentaba junto a su mujer una pequeña cafetería en Pontevedra. De esas que abrían antes de que saliese el primer rayo de sol y cerraban bien pasado el turno de la cena. Hasta que un año la fortuna quiso recompensar tanto trabajo y sacrificio con el primer premio del sorteo de la lotería. Como en tantos pequeños establecimientos de nuestra geografía, aquellos que frecuentaban el local conformaban ya un grupo de amigos, casi una familia, que tenían por costumbre comprar y compartir en la cafetería su lotería. En aquel sorteo, sin embargo, dos de los asiduos faltaron a su cita con la suerte y no pudieron comprar su participación: el primero por encontrarse de viaje, el segundo por atravesar una situación económica complicada.

Lo bonito de la historia, o sorprendente para tantos, es que mi tío, sin dudarlo, hizo entrega a ambos de sus respectivos décimos. Sin que los otros se lo reclamaran. Sin pedir nada a cambio. Sus nietos, mis primos, cuentan como cada vez que se cruzan con alguno de ellos todavía hoy recuerdan emocionados el gesto de mi tío.

En esta época, más que nunca, creo que merece la pena recuperar y compartir pequeñas historias como esta, capaces de devolvernos, al menos por unos instantes, la fe en nuestros semejantes.