La fotografÃa que ilustra esta entrada representa el tirador de la puerta del portal del edificio de un familiar. O lo que queda de él. La semana pasada alguien lo robó. Tal y como suena. Si no fuera porque lo he visto con mis propios ojos todavÃa no me lo creerÃa. Y no, no ha sido la ocurrencia feliz de un graciosete sin otra cosa que hacer, ni unos chavales que de regreso de una noche de fiesta sacaron a pasear su lado vándalo. Junto a este se sustrajeron los tiradores de al menos sesenta edificios de los alrededores. Sesenta, se dice pronto.
Ignoro por completo el valor de mercado de estos elementos, dónde  y quién puede comprar o vender este tipo de artÃculos o lo lucrativo de este mercado. Lo que sà sé es que en mis tiempos estas cosas no pasaban.
Cómo está el mundo.
Y qué viejo me siento al darme cuenta de que hablo ya como lo hacÃan mis abuelos.
javipas
14 years ago
Imagina si eso pasa en el barrio de tu familiar lo que podrÃa pasar en esa zona que tanto te gusta y en la que roban hasta las banderitas de España tras ganar el mundial. Tiemblo solo de pensarlo 🙂
PP
14 years ago
Si te enteras como termina la cosa cuentanos, nos dejas intrigados con el misterioso robo de tiradores 🙂