Telefónica compra Vivo. Hay partido

Publicado el 8 de julio de 2010 a las 18:49


Conforme era previsible, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha declarado ilegal la acción de oro utilizada por el Gobierno portugués en el caso Telefónica-Portugal Telecom-Vivo, confirmando por lo tanto la denuncia interpuesta por la Comisión Europea.

Anticipando este movimiento, tanto el operador luso como la firma española indicaron ayer en sendos comunicados que estaban están dispuestas a dialogar con el fin de alcanzar un acuerdo que resulte cómodo para las partes implicadas, mensaje que ambas compañías han reforzado una vez conocida la sentencia.

De hecho, las declaraciones del anteriormente combativo presidente de Portugal Telecom, Zeinal Bava, parecen aceptar como inevitable la venta de su participada:

«Debemos ser pragmáticos y encontrar la mejor solución para todas las partes. Desde mi punto de vista y de la dirección del PT, tenemos que actuar sobre los hechos. Los hechos son conocidos y tenemos, sobre todo, de mirar hacia adelante».

El gobierno portugués, a través del ministro de Presidencia, Pedro Silva Pereira, por el contrario, se manifestó en «desacuerdo» con la decisión del Tribunal de Justicia de la UE y dio a entender que no da la guerra por perdida:

«El Gobierno procurará respetar el derecho comunitario y la defensa de los intereses nacionales en este caso. Sin prejuicio de un análisis más profundo de la sentencia, el Gobierno está en desacuerdo con su interpretación jurídica, pero el auto no pone en causa la existencia de derechos especiales»

Las espadas siguen en todo lo alto, pero Telefónica ha cobrado una importante ventaja y un nuevo e importante aliado: la dirección de Portugal Telecom. A estas alturas a nadie escapa que, con la sentencia de la Unión Europea en la mano, nada impide ya a Telefónica presentar una oferta de compra no ya por la participación en Vivo, sino por Portugal Telecom en su totalidad. Ante semejante posibilidad, y el apoyo claro de los accionistas a la propuesta presentada por Telefónica, parece claro que los directivos de la compañía lusa han optado por plegar velas y dar por perdida su participación en Vivo. Mientras, cruzan los dedos no vaya a ser que la obstinación de Sócrates y su gobierno les cueste acabar por completo en manos españolas.