La próxima vez que llames al timbre de alguna puerta fÃjate con qué dedo lo has hecho. Probablemente haya sido con el Ãndice; con él señalamos, acusamos, reprendemos, negamos o imponemos silencio; escribimos y dibujamos en el aire, sugerimos a alguien que se acerque o le pedimos a la profesora que nos ceda la palabra.
A no ser que tengas menos de quince años. En tal caso es posible que hayas usado tu pulgar y que, sin ser consciente de ello, pertenezcas a la llamada thumb generation, un colectivo que, a diferencia de las generaciones que le preceden, usa el pulgar en tareas donde sus padres o incluso sus hermanos mayores utilizan el Ãndice.
Los estudios de la doctora Sadie Plant (directora de la Unidad de Investigación de Cultura Cibernética de la Universidad de Warwick, Canadá) explican este fenómeno a partir del uso intensivo que estos jóvenes (también conocidos como oya yubi sedai, tal y como se les bautizó originalmente en Japón) hacen de los dispositivos electrónicos: la constante manipulación de consolas y teléfonos móviles (en particular el envÃo de mensajes SMS) han desplazado la habilidad del dedo Ãndice al pulgar, por lo que pasan a realizar con este dedo actividades tradicionalmente efectuadas con aquel. Lo más sorprendente es que hasta el momento se creÃa que un cambio de esta naturaleza precisarÃa del paso de generaciones, entendiendo que la adquisición generalizada de tales destrezas llevarÃa asociada algún tipo de adaptación genética.
Si la tecnologÃa y el uso que los más jóvenes hacen de ella ha sido capaz de un cambio fÃsico de esta naturaleza, ¿qué otros cambios derivados del nuevo entorno tecnológico, cambios de los que todavÃa no somos conscientes, se estarán produciendo a nuestro alrededor ? ¿Está tu empresa, tu organización, siquiera pensando en ello ó acaso crees que lo que sirvió para ti, para tu generación, tendrá hueco en el mercado mañana?
Publicado el 11 de mayo de 2010 a las 22:46