Sobre lo que muchos creen saber sobre ti y a lo mejor no saben

Publicado el 11 de diciembre de 2016 a las 12:33


Tengo la suerte (o desgracia, según se mire) de trabajar en una actividad de esas que últimamente están de moda: el tratamiento y la explotación analítica de grandes volúmenes de información o big data. Es una disciplina que, al conjugar elementos de áreas tan dinámicas como la tecnología, el desarrollo software o la inteligencia artificial (entre otras) requiere estar muy al día en lo que avances y nuevas líneas de trabajo se refiere. Vamos, que una parte no menor de mi tiempo (supuestamente) libre la dedico a estudiar lo que unos y otros van haciendo.

Y ello me llevó esta mañana a Predictive World, un curioso experimento desarrollado por el Centro de Psicometría de la Universidad de Cambridge en colaboración con la empresa creadora de videojuegos Ubisoft que pretende concienciar sobre el uso que terceros pueden hacer de nuestro rastro digital.

Nuestra actividad diaria produce un rastro ingente de datos a diario: transacciones online, interacciones en redes sociales, navegación web, señales de GPS,  intercambio de mensajes y llamadas o incluso los tickets del parking o las máquinas expendedoras. Son muchos los agentes que hoy comercian ya, nos guste ó no, con toda esta información que generamos incluso sin ser conscientes de ello. Y son muchos igualmente los que la recopilan, compran de terceros y procesan analíticamente para perfilar atributos sobre nuestra personalidad y poder estimar las probabilidades de que hagamos o nos suceda algo: ello permite a estos agentes desde estimar qué anuncio es más probable que llame nuestra atención hasta tus preferencias políticas o religiosas, pasando por el riesgo de que sufras un accidente de tráfico o padezcas una enfermedad. Por ejemplo, las aseguradoras estudian tus hábitos de vida para adaptar o denegar las cláusulas de sus pólizas, los bancos evalúan tu riesgo de impago antes de aprobar tu petición de crédito, e incluso las fuerzas del orden trabajan ya con estos sistemas de análisis de datos para predecir qué tipo de persona, dónde y cómo es más probable que se vea involucrada en un delito.

En este contexto, Predictive World es una pequeña herramienta que permite generar perfiles digitales y predecir su futuro. Su objetivo es ilustrar cómo prácticamente cualquiera puede recopilar datos sobre ti que aparentemente no tienen ninguna importancia y utilizarlos para crear perfiles y patrones que permiten inferir quién eres y cuál será tu comportamiento futuro. Algo así como tener una pequeña bola digital para adivinar tu futuro a partir de tus datos de Facebook.

big data

Explotando tu rastro digital: Predictive World

En realidad, el ejercicio que propone Predictive World es bastante sencillo. Cumple su cometido a la hora de tratar de concienciar al público con nota, pero técnicamente es relativamente pobre. Tanto, que la verdad es que las inferencias que genera son muy limitadas. Para entendernos, falla más que una escopeta de feria.

Y eso es precisamente lo que más me ha llamado la atención.

Como ciudadanos corremos un riesgo evidente de que distintos agentes (empresas, gobiernos) hagan un uso no autorizado y/o inapropiado de nuestro rastro digital, de que comercialicen y se lucren con toda esa información que inadvertidamente generamos, de que sustenten sus decisiones y gestionen su relación con nosotros a partir del conocimiento que son capaces de extraer del análisis de todos esos datos. Pero quizá exista un riesgo aún mayor: que lo hagan mal. Que sus modelos analíticos fallen y extraigan conclusiones erróneas sobre nosotros. Y no es un riesgo del que podamos abstraernos: la decisión sobre concederte ó no esa hipoteca que necesitas para cambiar de vivienda, el precio de tu próximo seguro médico o tus posibilidades de conseguir ese puesto de trabajo que te interesa… todo ello depende, cada día más, del tratamiento automático de tus datos. Y quizá lo que ese proceso de datos diga de ti no se corresponda con la realidad.

Lo preocupante, es que lo que tú realmente seas, creas o sepas no será relevante: no bastará para que cambie esa predicción generada automáticamente a partir de tus datos sobre la que terceros tomarán decisiones que te afectarán muy directamente.

Y eso sí resulta, cuanto menos, inquietante. Profundamente inquietante.